La llegada a Polientes no fue lo que esperábamos, queríamos llegar al albergue, pero como teníamos poco tiempo empezamos haciendo la ruta del Tobazo. Su nombre es curioso pero se llama así porque está mayormente hecho de piedra Toba.
Al principio, pensábamos que las rutas serían fáciles, pero con el calor y los espinos cambiamos totalmente de idea.También había muchas cuestas, y eso no ayudaba mucho.Hicimos 4 rutas diferentes:El Tobazo, El Ebro, El monte Hijedo y Ruijas ( Fuimos a un pueblo llamado Ruijas y allí pescamos) .
Ya en el albergue de Polientes, tuvimos que hacer las camas, ¡lo que fue un calvario!, porque nos resultó muy difícil poner todas las sábanas.
Luego bajamos al comedor.La comida es un tema del que todos tenemos una opinión diferente.Para mí estaba muy buena.
En el tiempo libre podíamos hacer muchísimas cosas como:Jugar al futbolín, jugar al fútbol, jugar al ping pong, jugar a voleibol, jugar al ajedrez, jugar en la tirolina o los columpios del patio, jugar al baloncesto… A partir del Martes Charlie nuestro monitor de tiempo libre, organizó cuatro torneos diferentes: Fútbol 3x3, ajedrez, ping pong y futbolín.
En el albergue también teníamos que trabajar, lo hacíamos en los diferentes talleres de cada día que hacíamos por grupos con nombres de árboles:Nosotros las hayas ( Vianny, Dovidena, Sandra y yo) los robles, los acebos y los chopos.Los talleres trataban de temas ambientales, ya que este era un albergue medio ambiental (obvio).
Cada noche después de cenar teníamos veladas que consistían en un juego y una película.
La primera noche vimos Los Cocodrilos 1, la segunda noche Alexander y el día terrible, horrible, espantoso y horroroso. La tercera noche Los Cocodrilos 2. La cuarta noche tuvimos la fiesta de última noche.
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